Pongamos esto en claro: la próstata no afecta el mecanismo de erección del pene, pero sí tiene elación directa con los nervios que participan en él.
Desvirtuado el mito de que los hombres que sufren de la próstata son impotentes, veamos a continuación el papel de la próstata en la sexualidad masculina.
La próstata es una glándula debajo de la vejiga que recubre la uretra y es del tamaño de una almendra. Produce el líquido que acompaña a los espermatozoides en la eyaculación.
La enfermedad de la próstata ocurre por la aparición de un tumor benigno que hace que este órgano se agrande y produzca dificultad para orinar. Por lo general suele aparecer a los 50 años, pero puede aparecer a los 40.
Otro mito que desvirtuar: el mal de próstata no ocurre por llevar una vida sexual muy intensa o todo lo contrario.
Lo que afecta el desempeño sexual del hombre son los tratamientos para los trastornos prostáticos, de ahí que tengas que ser muy cuidadoso al elegir tu médico.
Por lo general estos tratamientos prescriben fármacos que inhiben las hormonas sexuales masculinas, lo que trae como consecuencias la baja de libido y la disfunción eréctil.
Los tratamientos quirúrgicos afectan también la capacidad de erección, en particular en los casos de cáncer de próstata avanzados, ya que se extirpa la próstata total o parcial, lo que implica el riesgo de que se toquen los nervios responsables de la erección.
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