jueves, 16 de abril de 2009

Rápido y furioso vs. el bandido mexicano


SANTO DOMINGO. "Rápido y furioso" es un título antiguo en la industria del cine, cuya primera referencia es un cortometraje de 1915. Más tarde, en 1955, se produjo el filme "The Fast and the Furious", en el cual las carreras con carros deportivos eran el elemento principal. Pero es en la actual década que el concepto ha resurgido, en varias películas dedicadas al mismo tema de fondo, las carreras ilegales. Narran la historia de un policía infiltrado que simpatiza más de la cuenta con el criminal a quien debe encarcelar. Lo novedoso ha sido poner este argumento en el entorno de un grupo de jóvenes amantes de la mecánica y los carros veloces.

El cliché

"Cliché" es una palabra francesa que significa molde. Es la pieza metálica que contiene un texto o imagen que debe imprimirse muchas veces. Por extensión se usa para denominar aquello que resulta repetitivo en exceso. Al igual que pasa en la industria del libro con los "best sellers" , una película de género está obligada a recurrir a los clichés, es decir, a la repetición de fórmulas narrativas a las cuales el espectador está ya acostumbrado, de lo contrario, no funciona. "Rápido y furioso" es una exitosa saga perteneciente al género policial que ha reciclado un conjunto de clichés de la industria del cine.

La fórmula ganadora

Al situar a sus personajes en un mundo donde la velocidad es vital, la "acción" está garantizada. Carreras sucias, mujeres bonitas, drogas, peleas, balaceras, desenfreno, hacen un cóctel explosivo y atractivo para una audiencia que va desde preadolescentes a adultos jóvenes, rango muy amplio de mercado que explica en parte su éxito.

Pero la historia posee además un ingrediente adicional, que al mismo tiempo es la justificación para la conducta del personaje principal: hay entre protagonista y antagonista un código moral que los une. Ello enlaza con la mejor tradición del "cine negro" norteamericano, en el cual el límite entre lo justo y lo legal es una frontera amplia con muchos matices. Esto sin duda complace a la audiencia postmoderna, ya cansada de que le digan que la justicia es igual para todos (otro cliché).

El nuevo caballo del bandido mexicano

En esta nueva entrega, el cliché utilizado es la historia del sheriff que debe cruzar la frontera para perseguir al bandido mexicano hasta su guarida, luchar contra su pequeño ejército, capturar al malvado y llevarlo a la justicia de los EE.UU. En esencia, estamos ante el argumento de un western o vaquerada; sólo que los caballos han sido cambiados por modernos automóviles arreglados para competir en condiciones extremas.

La historia

El agente Brian O'Conner (Paul Walter) es quien está detrás del regreso de Dominic Toretto (Vin Diesel). Quiere desmantelar el cártel de Braga, misterioso traficante de drogas que utiliza diestros choferes para cruzar el contrabando por la frontera. Toretto va tras la venganza por el asesinato de Letty (Michelle Rodríguez), su amante. Sus intereses coinciden pero O'Conner debe romper las reglas para conseguir la meta.
De Mario Núñez Muñoz

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