lunes, 25 de mayo de 2009

Adolescente EEUU enfrenta piratas y tormentas buscando marca


CIUDAD DE PANAMA (Reuters) - Ni un grupo de piratas acechando cual tiburones su bote de vela ni la pérdida de un importante cable del mástil han logrado acabar con el intento del estadounidense Zac Sunderland por convertirse en la persona más joven en navegar alrededor del mundo.
Pero un barco en el lado del Atlántico del Canal de Panamá casi lo logra. El navío, ignorando las señales de radio de Sunderland y surcando sin luces las aguas en una noche con neblina, estuvo cerca de embestir el bote del joven.
El muchacho, de 17 años, logró ver al barco a justo a tiempo para dar un golpe de timón a su bote de 11 metros de eslora y evitar la colisión.
"Este tipo (el capitán del barco) simplemente no estaba prestando atención. Los barcos no se preocupan por los botes pequeños", explicó esta semana desde la seguridad de la marina de la Ciudad de Panamá, luego de cruzar el canal.
Sunderland se dirigirá hacia California la semana entrante, en el último tramo de su viaje de 41,840 kilómetros alrededor del mundo, sin amedrentarse por la temporada de huracanes en el Pacífico ni por tener que navegar por una de las rutas de más utilizadas por el narcotráfico en el hemisferio.
Sunderland, quien ha navegado a vela desde niño, espera terminar su viaje en menos de seis semanas, rompiendo la actual marca para la persona más joven en navegar solo alrededor del mundo por casi medio año de edad.
En 1996, el australiano David Dicks se adjudicó esa marca al finalizar su viaje con sólo 18 años.
La ruta de Sunderland lo llevó hacia Hawái, al norte de Australia, y luego alrededor de Sudáfrica, y llegó a no tocar puerto por hasta 34 días.
En el Océano Indico, el mal clima dañó una pieza de su mástil, por lo que le tomó tres días sin pegar el ojo llegar a puerto a través de las agitadas aguas.
También en el Indico tuvo que pedir auxilio por radio a las autoridades australianas cuando se encontró rodeado por un grupo de piratas armados, que huyeron ante la llegada de la asistencia aérea enviada por Australia.
Sunderland, quien aún debe concluir la preparatoria, dijo que aprovechó los días para trabajar en un libro sobre su aventura y actualizar su blog a través de un teléfono satelital.
Ya de regreso en casa, planea retomar la escuela, completar su libro y hacer un documental, además de comenzar a pagarle a su padre un préstamo de 150,000 dólares para el viaje.
"Estoy un poco nervioso por esta última etapa", dijo Laurence, el padre de Zack, en la Ciudad de Panamá.
"Es como los últimas tres millas de un maratón (...), llegar a casa va a poner a prueba todas sus habilidades de navegación", señaló.
(Editado por Javier Leira)

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