JOSE ACOSTA/EDLPNUEVA YORK — Con lágrimas en los ojos y muy acongojada, Jessica Cacpata, de 34 años, la esposa del taxista ecuatoriano Roberto Pita —ultimado a balazos en un intento de robo la madrugada del domingo—, describió al padre de sus hijos como un hombre “valiente y trabajador”, y pidió a la fiscalía que al homicida le caiga todo el peso de la ley.
Cacpata llegó el lunes en la noche de Guayaquil, Ecuador, y ayer fue a la morgue de El Bronx e identificó el cadáver de su esposo, y luego se reunió con el fiscal de distrito del condado, Robert Johnson.
Pita, de 37 años, murió a las 12:54 del domingo pasado en el lado Oeste de la calle 177 y la avenida Davidson, en El Bronx, cuando Francisco Santos, de 20 años, le disparó en múltiples ocasiones en un intento de robo. Pita estrelló el auto contra un muro de la escuela pública P.S. 306, situada en el 40 Oeste de la avenida Tremont, rompiéndole una pierna y causándole otras heridas al sospechoso, lo que impidió que éste se diera a la fuga.
Cacpata dijo que el hijo mayor de la pareja, Joshua, de 12 años, le dijo: “Mami, ¿verdad que esto es una pesadilla? Quiero despertar y que papi coja el teléfono y me diga: ‘Hola, hijo, cómo estás, qué tal tus deberes’”.
“Y mi hijo pequeño, Gary, de 8 años, sólo dice que no quiere que su padre le lleve juguetes, que sólo lo quiere a él”, manifestó la apesadumbrada madre.
Cacpata dijo que Pita era todo para ella, que era un buen hombre, un buen padre, un buen amigo, y aseguró que nunca ha odiado a nadie, “pero a ese hombre (el homicida) lo odio con todo mi corazón”.
Cacpata llegó el lunes en la noche de Guayaquil, Ecuador, y ayer fue a la morgue de El Bronx e identificó el cadáver de su esposo, y luego se reunió con el fiscal de distrito del condado, Robert Johnson.
Pita, de 37 años, murió a las 12:54 del domingo pasado en el lado Oeste de la calle 177 y la avenida Davidson, en El Bronx, cuando Francisco Santos, de 20 años, le disparó en múltiples ocasiones en un intento de robo. Pita estrelló el auto contra un muro de la escuela pública P.S. 306, situada en el 40 Oeste de la avenida Tremont, rompiéndole una pierna y causándole otras heridas al sospechoso, lo que impidió que éste se diera a la fuga.
Cacpata dijo que el hijo mayor de la pareja, Joshua, de 12 años, le dijo: “Mami, ¿verdad que esto es una pesadilla? Quiero despertar y que papi coja el teléfono y me diga: ‘Hola, hijo, cómo estás, qué tal tus deberes’”.
“Y mi hijo pequeño, Gary, de 8 años, sólo dice que no quiere que su padre le lleve juguetes, que sólo lo quiere a él”, manifestó la apesadumbrada madre.
Cacpata dijo que Pita era todo para ella, que era un buen hombre, un buen padre, un buen amigo, y aseguró que nunca ha odiado a nadie, “pero a ese hombre (el homicida) lo odio con todo mi corazón”.
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