PATERSON, Nueva Jersey.- ” El Día de la Madre, Eugenia Gardos improvisó un altar en su casa en homenaje a su madre fallecida, rodeando su foto con rosas de seda, la cruz pequeña de un rosario blanco, dos cirios y una estampita con una oración del Señor de los Milagros, el santo patrono del Perú.
Al día siguiente, agregó la foto de su hijo al santuario de los muertos.
El sargento Christian Bueno Gardos, de 25 años, murió el lunes en una clínica en Irak, uno de cinco soldados al parecer acribillados a balazos por un camarada fuera de sí.
Eugenia Gardos se sentó en la sala de su casa en Paterson el miércoles, rodeada de familiares llorosos, mientras trataba de encontrar sentido a la muerte de su hijo menor.
"La primera vez que partió a Irak, cuando leían las listas de los muertos en las noticias, solíamos contener el aliento rezando para que no estuviera en ellas", dijo en español. "No comprendo cómo pudo haber muerto así. Realmente no lo comprendo".
Bueno cumplía su segunda misión en Irak. Se había incorporado al ejército después de la escuela secundaria y recientemente estaba basado en Alemania. Estaba casado y no tenía hijos.
Emigró con su familia desde Mollendo, Perú, de niño y desde la secundaria tenía la ciudadanía estadounidense.
Su madre, dos hermanos mayores y una hermana mayor recordaron cómo solía distribuir golosinas a los niños en Irak del mismo modo que siempre lo hacía en Paterson, sin salir de la bodega de la esquina sin que lo escoltara un grupo de niños detrás, sabiendo que les compraría golosinas o alguna gaseosa.
En Paterson reside una de las comunidades de inmigrantes peruanos más numerosas en Estados Unidos. La ciudad de 145.000 habitantes tiene unos 42.000 peruanos y su propio consulado peruano.
Al día siguiente, agregó la foto de su hijo al santuario de los muertos.
El sargento Christian Bueno Gardos, de 25 años, murió el lunes en una clínica en Irak, uno de cinco soldados al parecer acribillados a balazos por un camarada fuera de sí.
Eugenia Gardos se sentó en la sala de su casa en Paterson el miércoles, rodeada de familiares llorosos, mientras trataba de encontrar sentido a la muerte de su hijo menor.
"La primera vez que partió a Irak, cuando leían las listas de los muertos en las noticias, solíamos contener el aliento rezando para que no estuviera en ellas", dijo en español. "No comprendo cómo pudo haber muerto así. Realmente no lo comprendo".
Bueno cumplía su segunda misión en Irak. Se había incorporado al ejército después de la escuela secundaria y recientemente estaba basado en Alemania. Estaba casado y no tenía hijos.
Emigró con su familia desde Mollendo, Perú, de niño y desde la secundaria tenía la ciudadanía estadounidense.
Su madre, dos hermanos mayores y una hermana mayor recordaron cómo solía distribuir golosinas a los niños en Irak del mismo modo que siempre lo hacía en Paterson, sin salir de la bodega de la esquina sin que lo escoltara un grupo de niños detrás, sabiendo que les compraría golosinas o alguna gaseosa.
En Paterson reside una de las comunidades de inmigrantes peruanos más numerosas en Estados Unidos. La ciudad de 145.000 habitantes tiene unos 42.000 peruanos y su propio consulado peruano.
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