Violencia sexual como estrategia de guerra....

Bogotá/Corresponsal EDLP — Mariela (con identidad reservada) vivió el horror de la guerra literalmente en carne propia, como represalia por haber sido obligada a darle comida a guerrilleros que llegaron a su restaurante en una vereda de la Costa.
Un grupo de unos treinta paramilitares tomaron venganza. “Empezaron a interrogarme porque decían que era guerrillera, o mujer de guerrilleros, o ayudante de ellos.
Yo les decía que no era cierto, pero igual empezaron a insultarme, me llevaron al patio y me violaron. No sé cuántos, porque me desmayaba a ratos”, cuenta esta mujer de 35 años.
A casi cuatro años de la implementación de la Ley de Justicia y Paz, mecanismo para juzgar a los desmovilizados paramilitares, las confesiones sobre hechos de violencia sexual son escasas.
Cifras de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General, indican que hasta marzo de este año, nueve casos han sido confesados en las 1.206 versiones libres y otros 15 han sido enunciados por los ex delincuentes. Además el organismo investigador tiene 228 denuncias de víctimas.
“Han dicho que no es cierto que en sus filas ocurrieran estos hechos y que tenían como castigo el fusilamiento”, explicó Liliana Chaparro, coordinadora jurídica de Sisma Mujer, organización que asesora jurídica, social y sicológica a las víctimas.
La abogada explicó que la misma naturaleza del delito hace que tenga poca denuncia, por lo que en el 99% de los casos de los 30 mil desmovilizados no tenían procesos al respecto.
Un estudio de la Corte Constitucional recopiló 183 eventos de violencia sexual, que fueron enviados a la Fiscalía para ser investigados, de ellos 108 fueron señalados a paramilitares; 47 a miembros de la Fuerza Pública y 11 a guerrilleros. Para Chaparro los casos referidos son la punta del iceberg y demuestran “una practica que obedece a una estrategia, estos actos no han sido de agentes descarriados sino obedece a un plan o política en la guerra”.