martes, 31 de mayo de 2011

Buscando la "french connection" de la policía de Nueva York y de la CIA.

EL DIARIO MONTANEZ
Sarkozy era ministro del Interior cuando prendió en el pecho del jefe de policía Kelly la más alta de las condecoraciones francesas, en teoría por sus aportaciones a la lucha antiterrorista.

El caso Strauss-Kahn se pone más interesante cada día que pasa. Contábamos hace muy poco en ABC que un pajarito americano nos había "soplado" que el máximo responsable de la policía de Nueva York, Ray Kelly, tenía y tiene una relación más estrecha de lo que a simple vista parece con el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy. Tan estrecha como para que Sarkozy le condecorara hace cinco años con la Legión de Honor, distinción que no se concede a cualquier ciudadano norteamericano. La han recibido el general y presidente Dwight Eisenhower, Walt Disney y la chef Julia Child -la de la película-, famosa por introducir a lo grande la cocina francesa en Estados Unidos y, según algunas fuentes, por haber sido colaboradora de la Office of Strategic Services (OSS), la antesala de la CIA. Ray Kelly ya puede estar contento.

Por lo menos así lo cree Leonard Levitt, autor de NYPD Confidential, un interesante blog que no debería perderse nadie interesado en explorar las alcantarillas policiales de Nueva York. En su post del lunes 30 de mayo Levitt confirma el "soplo" de nuestro pajarito americano e incluso lo amplía: Sarkozy era ministro del Interior cuando prendió en el pecho del jefe de policía Kelly la más alta de las condecoraciones francesas, en teoría por sus aportaciones a la lucha antiterrorista. Ya hemos contado otras veces que la policía de Nueva York no es meramente una policía local, que sobre todo desde el 11-S también lo es mundial, con unidad de inteligencia propia y con agentes diseminados por varios países. El verano pasado Kelly fue invitado por Sarkozy a París para asistir a otra ceremonia de entrega de la Legión de Honor, en este caso a Alain Bauer, un criminólogo francés y experto en seguridad nacional. Según informaciones del New York Post y de Leonard Levitt, Bauer fue quien despejó el camino para asignar permanentemente detectives de la NYPD (New York Police Department) en las unidades antiterroristas francesas.

¿Significa esto que la policía de Nueva York trabaja a las órdenes de Nicolas Sarkozy

para hundir a Dominique Strauss-Kahn? Sería un guión estupendo para una película, pero la vida real siempre es más complicada. Ni Sarkozy ni la NYPD tienen el poder de fabricar de cabo a rabo un escándalo de esta magnitud. No se improvisa así como así una camarera con varios años de antigüedad en el hotel favorito de DSK, como tampoco es fácil sacarse de la manga muestras de sangre y de ADN que de momento parecen incriminar al exdirector gerente del FMI. Si la camarera miente, miente por su cuenta y riesgo. Y si dice la verdad, Strauss-Kahn se ha puesto la soga al cuello él solito.

Lo que sí se empieza a perfilar es otro tipo de duda: ¿está el jefe de policía de Nueva York favoreciendo, o por lo menos permitiendo, filtraciones del caso que sólo pueden perjudicar a Strauss-Kahn, para complacer y para echar una mano a mon ami Sarkozy? ¿Hay, no una conspiración, pero sí muchas ganas de hacer leña del árbol caído, o incluso sin ni esperar a que caiga? En otros casos Ray Kelly ha sido mucho más implacable cuando se han filtrado datos de una investigación policial en curso. En este caso se limita a decir que "espera" que ninguno de sus agentes tenga nada que ver con la cascada de indiscreciones y chismes, siempre sobre DSK. Porque a la camarera nadie le ha visto la cara, por el momento.

¿Existe después de todo una french connection de la policía de Nueva York, que, dicho sea de paso, cada vez que planta un agente en el extranjero se las tiene tiesas con el FBI y con la CIA? Teóricamente todos estas agencias y todos estos cuerpos de seguridad trabajan codo con codo en la prevención del terrorismo. En la práctica están instalados en la desconfianza y el desprecio mutuos y se resisten como gatos panza arriba a compartir información.

En este contexto puede ser o puede no ser casualidad que haya exagentes de la CIA trabajando en la defensa de Strauss-Kahn. Reuters informa de que DSK ha fichado entre otros a la firma TD International, que cuenta entre sus filas a antiguos miembros de la central de inteligencia norteamericana y ofrece a sus clientes inteligencia privada, consultoría estratégica y ayuda para tomar decisiones clave. Asesoran a gobiernos, diplomáticos, empresas, etc. Dominique Strauss-Kahn ya recurrió a ellos para asegurarse de que nada ni nadie se interponía entre él y la jefatura del FMI.

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