Por Martín Polanco/Elcaribe.com El esfuerzo de los pequeños ganaderos del municipio de Guerra en estos tiempos “no vale un chele”. En esa zona los delincuentes han implementado una nueva modalidad de robo de animales tipo asalto, amenazando y creando terror en quienes intentan enfrentar o denunciar la situación.
Dos comunidades donde el “moderno cuatrerismo” anda por sus anchas son Mata de Palma y Carabela. Allí una banda denominada “Los Chivos” es quien determina “cuántas vacas, chivos o caballos nos robamos hoy y por cuál carretera las trasladamos, sin importar la hora del día o la noche”.
Los testimonios recogidos por El Caribe entre algunos de los afectados por las acciones de los pillos indican que no se trata de simples rateros. Es una banda armada hasta los dientes con pistolas de fabricación casera (chilenas) o de otro tipo, con escopetas y cuchillos y dispuestos a matar a quien se coloque de frente.
En Mata de Palma la esperanza se ha perdido. La Policía de Bayaguana, según cuentan, conoce la situación, pero ha hecho tan poco para impedirlo que los afectados prefieren no molestarla.
Consultado ayer sobre la situación el presidente de la Asociación de Productores de Leche (Aproleche), Eric Rivero, aseguró que en las comunidades de Guerra, Bayaguana y otras aledañas a Monte Plata; Hacienda Estrella y Villa Mella “lo que está ocurriendo es una desgracia para los ganaderos”, especialmente con los más pequeños, sin importar que sea de día o de noche.
“Lo que existe es un desorden y lamentamos que tenemos cerca de un mes tratando –a través de las instituciones que representamos- de reunirnos con el jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, para plantearle esto, pero no hemos tenido respuesta. Tampoco hemos tenido una reacción por parte del Ministerio Público.
“El robo de ganado no debiera ser tan difícil de esclarecer para las autoridades, porque no se trata de un robo de una papeleta de mil pesos o de un celular, sino de animales grandes que requieren ser transportados y sacrificarlos, todo eso lleva una estructura y un seguimiento”, agregó Rivero.
Sostuvo que en Hacienda Estrella los dirigentes tienen ubicados a los cuatreros “con nombres y apellidos”, pero lamentablemente no han podido conversar con las altas instancias de la Policía para denunciarlos.
José Altagracia Consoró tenía dos caballos para trasladarse de una comunidad a otra en Guerra. Se lamenta de que ahora lo han dejado a pie. Los ladrones no tuvieron compasión de él, a pesar de que tiene 80 años de edad.
“Nos matan los puercos, nos llevan los becerros y tiran los mondongos al río. Nosotros cuando buscamos los becerros por la mañana para ordeñar las vacas encontramos los cerdos descuartizados. Esas gentes son muy guapos y tienen unas cosas que les llaman chilenas y que les llaman pistolas y machetes para matar a quien sea”, expone Consoró, dejando entrever la decepción de vivir en un país donde la inseguridad no tiene control.
Los robos no solo se realizan en la zona de Guerra. Tanto Eric Rivero, como el presidente de la Asociación Dominicana de Hacendados y Agricultores (ADHA), Ricardo Barceló, confirman que el delito, en variadas modalidades, es frecuente en Piedra Blanca, Maimón y Bonao, en la provincia Monseñor Nouel, así como en la provincia de El Seibo.
En Piedra Blanca, según la presidenta de la Asociación de Ganaderos, Luz Enilda, en unos 25 días alrededor de 100 cabezas de ganado han sido sacrificadas por los antisociales o cuatreros. Todavía los ganaderos esperan una reacción de las autoridades a ese desafío de la delincuencia.
En República Dominicana más del 90% de los ganaderos son pequeños, es decir, que tienen menos de 10 cabezas de animales. Los robos no son nuevos, la diferencia es que antes se hacían a la sombra de la noche y hoy los ladrones entran a las propiedades armados a cualquier hora del día o de la noche.
Los afectados
Eric Rivero
Dirigente
“A pesar de que la ganadería es el subsector que mayor aporte hace al producto interno bruto agropecuario está desprotegido por el Ministerio Público y la Policía”.
José Alt. Consoró
Afectado
“La banda Los Chivos es de Cojobal, de Bayaguana, y las autoridades no los frenan. Quiero que el jefe de la Policía mueva un poquito más sus agentes en Bayaguana. Tengo miedo de ir a mi propiedad”.
Ricardo Barceló
Pte. ADHA
“En El Seibo el principal robo se hace en animales menores, es decir, en ovejos. Las horas elegidas por los ladrones son básicamente de la noche. Nuestras asociaciones analizan esta situación”.
Manos atadas
El presidente de Aproleche sostuvo que “desgraciadamente frente a la inercia de la Policía donde se producen los robos, los pequeños ganaderos tampoco tienen las facilidades para enfrentar las bandas y las mafias desarrolladas en torno a cuatrerismo”.
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